martes, 22 de diciembre de 2015

CRÓNICAS DE LOS VIAJES DE MANGUO DE BIGOT. PARTE III


Señor escribano, valoro en gran medida su ardua labor, permítame que le haga traer una suripanta para que alivie su caligráfica labor... Mangui!! haz traer una barragana para este hombre, o prefiere un efebo, maese escribano?... En cualquier caso tome buena nota de lo que voy a contar, pués es un pasaje de gran relevancia.

...La guardia real formó una cadena para contener a la población y proteger a la familia real y sus minístros álopes. Skulltatoo reía desafiante en la escalinata mientras daba los últimos retoques con su gillete azul al escroto de otro muchacho, de otro procesionario.

Pronto la multitud colérica rompió el cordón de seguridad y fueron pasando a cuchillo a todo filoálope que encontraba, nos desataron y pudimo incorporarnos a nuestra cita con la historia de Manguara, no sin antes hacernos toda clase de moños, trenzas y recogidos en nuestras melenas escrotales.

Los felones Barbilampignos y los álopes más influyentes se refugiaron en el palacio real, otros de aquellos seres no tuvieron tanta suerte, por encontrarse en otras zonas de Manguara. Durante tres días con sus noches se peinó cada rincón de la metrópolis glándica en busca de álopes; los que se capturaban eran torturados por la turba, que les ponía pelucas y melenas escrotales y los hacía bailar con ellas antes de degollarlos y lanzar sus cuerpos al mar. Los integrantes del ballet de Georgio Aresu fueron sodomizados hasta el alba después de ser encerrados en cobertizos. Aquellas escenas dantescas nunca podrán borrarse de la mente de los manguarenses de mi generación, levantarnos con pesadillas en la noche es el pagó a cambio de dar un golpe de timón a la historia, y también el recuerdo cálido y húmedo de aquellos cobertizos...

Recuerdo también a los gitanos glutanáticos pelearse por urgar en los bolsillos de los cadáveres álopes en busca de defensas, mediocentros o cualquier otra cosa alineable. Os recuerdo que entonces teníamos permitida la venta ambulante en Manguara que como sabeis luego se prohibió, en nuestra política proteccionista con el comercio de proximidad, y en base a los protocolos de la federación de comercio interinguinal de Manguara "Manguara´s Trade Interinguinal Federation".

Después de esto vino el asedio al Palacio Real. Con catapultas se lanzaban los cadáveres de los álopes capturados al interior del castillo, se hizo una colecta de pelo entre la población, y usando los mismos ingenios de asedio se les lanzaba titánicas bolas de pelo. Se escuchaban los alaridos de los álopes en la noche, gritos secos y rudos como los de una alimaña atrapada en un cepo.

Se les cortaron las vías de entrada de suministros; sabíamos que los álopes podían sustentarse al menos un tiempo succionandose unos a otros las sales epidérmicas del escroto, pero no fue necesario llegar a tal extremo ya que la guardia real comenzó a desertar en masa y a sumarse a la revuelta, ya estábamos dentro, la victoria estaba cantada...

Cuando entramos en el palacio, muchos manguarenses de bien fueron directos a los almacenes, a quemar todas las larvas de álope y erradicar aquella aberrante forma de vida de las tierras del glande, pero los procesionantes teníamos otro objetivo, aquel ser coproforme llamado skulltatoo...


Cuando llegamos a los aposentos de los barbilampignos no estaban con ellos, miramos al embarcadero real y vimos un balandro alejarse con los diez o doce álopes que lograron sobrevivir... lo siguiente que recuerdo es llevar a los barbilampignos a la plaza mayor donde se habían montado dos guillotinas. En unos segundos sus traidoras vidas pasarían a ser un vulgar y desgraciado antecente en la gloriosa historia de la República de Mercaderes Libres de Manguara.

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